Cuántas veces, sin entender los motivos, el/ella se pone a llorar? a veces por una “supuesta tontería” a la cual yo no doy ninguna importancia, y mi reacción; además de la sorpresa por el hecho de que la supuesta acción desencadenante del llanto, que no me parece lo suficientemente importante; es decirle que “no hay para tanto” o “por esto lloras”, o simplemente es de no saber ni entender qué hacer o qué he hecho. Y si a todo esto le sumamos el hecho de que “me siento culpable” por no haber estado atento/a, por no entenderlo/a.
Que tal si me hago antes unas simples preguntas:
- Ese llanto realmente lo ha desencadenado esa acción?
- Que le ha sucedido o le puede haber sucedido durante el día/noche?
- El entorno en el que se encuentra es el apropiado?
Con esto ya puedo empezar a empatizar con la situación en la que se puede encontrar el/ella, pero, además de esto, puedo poner la atención en la dimensión real del suceso, pero desde la proporcionalidad que hay entre mi mundo y el suyo. Para el/ella encontrar un juguete perdido es una gesta de dimensiones siderales, entonces, perderlo?, lo será en sentido contrario, para mi puede ser un simple peluche, para el/ella es su mejor amigo, su compañero de sueños, me puedo imaginar yo en mi vida lo que es perder a mi mejor amigo/a? puedo imaginarme como me siento si me falta quien duerme conmigo cada noche?, ahí empiezo a entender su llanto, y el motivo de su desesperación.
Me siento culpable?
Es la segunda consecuencia de ese llanto, el “cómo me siento yo con esto”, el “cómo de responsable me siento de esa situación”, de “cómo me culpo de no entenderlo/a”, el “que podía haber hecho yo para evitarlo?”. Si entro en este diálogo, dejo de atenderlo/a, estoy por mi, no por el/ella. Aquí y ahora no puedo hacer nada para cambiar todo esto, estoy perdiéndome en un diálogo interno que me aparta de lo que realmente quiero hacer. Puedo sentirme culpable, y abarcarlo más adelante, no condiciono mi reacción a ello, ya que luego entraré en “compensación” y eso no me/le ayudará en nada.
Cómo me sitúo yo en esta situación?
No me incomoda el entorno, estoy solo con el/ella, nada de lo que me rodea me puede condicionar a como le acompaño en su emoción.
Si ya es difícil generar una vía de comunicación con el/ella en su llanto, no lo complico más por lo que puedan pensar, decir, o sentir los demás, la gente que nos rodea tiene sus propios problemas, sus propios retos, yo tengo el mio, y lo único que me ocupa aquí y ahora es su llanto, como lo/la acompaño a el/ella.
Que necesita? como averiguarlo
Lo más fácil es, en principio, preguntarle que necesita de mí, un simple “qué puedo hacer por ti?” o “en que te puedo ayudar a sentirte mejor?” o un simple “Qué necesitas?”, esta pregunta en algunos casos y edades quizás no tenga respuesta, simplemente porque no la entienden, o porque quizás no sepan lo que necesitan, ahí podemos estar atentos a lo que dicen, a como se expresan.
Cada niño/a es diferente, es único/a, y en cada etapa de su crecimiento, la comunicación con el/ella también lo es. Entonces qué hago? lo más sencillo es dejar que el/ella se exprese, sin atosigarle con preguntas, con sugerencias, dejarle espacio para que me pueda pedir, como he dicho anteriormente, un simple “que necesitas de mi?” o un “cómo te puedo ayudar?” ya puede abrir una pequeña vía de comunicación.
En casos en que no tenga aún las suficientes herramientas para comunicarse conmigo, hay que estar más atento a sus gestos a sus expresiones, no le niego, no entro en juicio, ni en valoraciones sobre que puede suponer ese gesto que voy a hacer en su futuro, voy a empatizar con el/ella, ahora me necesita.
En muchos casos hay un “déjame en paz” o un “déjame solo/a”, pues me está pidiendo espacio, no voy a entrar en “saber lo que es mejor para el/ella”, yo no soy el/ella, si necesita espacio se lo doy sin entrar en juicios ni valoraciones de lo que me supone eso, dejo fuera de mí ese diálogo mental basado en una multitud de creencias, El/ella ahora necesita eso, no significa que sea así siempre. Me mantengo cerca y le comunico que si me necesita estoy ahí para atenderle, pero le cedo este espacio.
Si me pide espacio, se lo doy, dónde me sitúo yo?
Es importante que el/ella sepa que estoy cerca y dispuesto a atenderle cuando lo necesite, se lo comunico y actúo en consecuencia, de vez en cuando le envío un mensaje en el que reciba que estoy ahí en presencia, pero que le sigo dejando ese espacio que necesita.
Poco a poco me acerco, me tomo el tiempo necesario para que el/ella puedan estar receptivos/as, y entonces, qué puedo hacer?
Necesito saber el porqué llora? Quizás no, lo importante es cómo se siente, y preguntarle que necesita para sentirse mejor, quizás un abrazo? Quizás que simplemente esté ahí en silencio? No deduzco lo que necesita, no lo sé, me lo pide o me lo comunica el/ella. En la adolescencia, sobretodo, deducir lo que necesita es invadir, es probable que lo que deduzco sea correcto, pero mejor que sea el/ella quien me lo dice, le estoy dando la posibilidad de pedir, se sentirá que su opinión me importa, si lo deduzco le estoy quitando importancia y el mensaje que recibe es que “yo no sé lo que quiero” o “yo no puedo decidir que quiero”.
Le doy lo que me pide?
En primer lugar lo que puedo hacer es diferenciar una necesidad real de una compensación, un abrazo es una compensación o una necesidad? Pueden ser ambas cosas, pero un abrazo es una señal de amor y el amor se lo doy sin juicio, sin valorar las consecuencias, porque no hay nada más sano y bonito que regalar amor.
Un juguete es una señal de amor? En general, cuando es un acto instintivo, sí, pero cuando lo es para compensar una pérdida ? Pues quizás eso no es amor, y el/ella lo pueda recibir como un “cuando quiera algo, ya se que hacer”.
Entonces le doy lo que me pide? Cuando es un acto de amor, sin dudarlo, quién puede negar un acto de amor, pero cuando es “compensación”, voy a ser asertivo y decido que voy a gestionar esa necesidad de una forma solo amorosa, el/ella puede empezar a transitar, como lo hacemos los adultos, un sentimiento de pérdida, y puedo ayudarle a aceptar esa pérdida, entrando en contacto con ese vacío generado y aceptando que esta es su realidad ahora, le puedo acompañar? sin dudarlo la respuesta es, Sí.
Le acompaño en aceptar ese vacío, como puedo hacerlo?
Es una situación difícil para el/ella, lo es para mí, ya que como adulto me siento responsable de todo lo que le sucede, el/ella aún no tiene todas las herramientas para poder gestionar esa pérdida, entonces como puedo hacerlo?. Intento ser asertivo, no me cargo con el problema, me sumo a la solución, al tránsito, a la aceptación, yo dispongo de herramientas y se usarlas, no me quedo en su lamento, no me sumo a el, le doy importancia, lo sostengo, pero no entro en el, a el/ella no le sirve que solo me ponga a llorar a su lado, le sirve que le acompañe a aceptar esa realidad, que a partir de ahora será su realidad.
Para aceptar esa realidad es necesario el contacto con el sentimiento de pérdida, estar en ese vacío, le permito enfadarse, le permito llorar, lo que necesite, gritar, saltar, correr, cualquier expresión en la que no sufra daño físico ni el/ella, ni nadie, es buena, sacar de dentro esa rabia, ese enfado y no lo reprimo, simplemente lo acompaño y estoy presente.
Una vez expresado esa rabia, enfado, tristeza, poco a poco va entrando en la aceptación, su realidad ha cambiado, ya no está su peluche, ya ha expresado su dolor, y se ha podido sentir acompañado/a por mi.
Compensar, tapar, esconder, reprimir, ocultar, ignorar, quitar importancia a situaciones que a ellos/ellas les afectan no es ayudarlos/as, no es protegerlos/as, es quitarles razón, es quitarles importancia, es desvalorizar, es menospreciar su mundo, su vida, sus emociones, sus sentimientos. Todos/as tenemos pérdidas, disgustos, llantos, y a todos/as nos gusta sentirnos acompañados/as, sentirnos que a los demás les importo y que mis cosas son importantes.
Para M.S.M, gracias por tanto
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